A veces ocurre que la vida y la muerte se cruzan en el aire como cuando dos aviones dibujan una cruz en el cielo. Así es la vida que llega y la vida que se va, forman parte del mismo dibujo, del mapa del aire. Hoy se ha marchado mi abuela Lola con 100 años y casi nueve meses. En la mochila llevaba dos guerras mundiales y una civil. Una vida que viajó de Santiago al Puerto de Santa María, Tánger y Madrid, por el camino se casó con mi abuelo Pepe dejando a su paso cuatro hijos, ocho nietos y siete bisnietos todos ellos fotografiados y enmarcados en el salón de su casa, su propio hall of fame, (exceptuando al pequeño Telmo). Sobrevivió a Picasso, a Lorca, a Franco y a todos los tiranos y genios de la tierra. Ni un solo día de su vida dejó de reírse, –Hay que reír, era su lema, reír, reír, reír. No pude visitarla en sus últimos días porque el estado de mi embarazo no lo permitía. Primero el hospital no era seguro y luego mi estado horizontal me hacía cada día más difícil salir de mi casa. Esta mañana me llegó un mensaje con el pésame escrito en whatssap, la modernidad tiene extrañas formas de facilitarnos la vida. Luego llegaron mis padres y el encuentro con las lágrimas y el dolor tan hondo de mi padre, su mamá nos había dejado. Ningún padre debería poder morirse. Los padres tendríamos que ser todos de hoja perenne porque da igual la edad del hijo, cuando un padre se marcha…se abre una brecha que ya nunca se cierra. Después del abrazo del dolor llegó la calma infinita del amor, luego las contracciones y la tripa dura durante algunas horas, mientras Julieta jugaba arriba al margen de todo; y al final del día, la conclusión: Justo hoy, 19 de mayo, que era mi fecha probable de parto, mi abuela se ha marchado dejándome una preciosa carta de despedida: la convicción de que este embarazo es la mejor decisión que he tomado en toda mi vida, pues cuando los padres no puedan, quedarán para siempre los lazos imborrables, irrompibles, luminosos de los hermanos. Gracias abuela Lola por la vida que nos diste, por tu risa, tus canciones, tus ojos azules como cielos abiertos, eres una lección de vida para todos, nuestro corazón volará siempre cerca de tu risa, allá donde brillan tus ricitos de oro y las estrellas felices.
(Dedicado a mi padre y a mi abuela)*
No sé qué decir, me gustaría darte un abrazo. Has tenido una suerte gigantesca de compartir la vida hasta hoy con ella, y seguro que les cantarás a tus hijos las canciones que te cantaba, y les contarás las historias que te contaba…mil cosas en las que estará siempre contigo.
Un abrazo.
Precioso Virginia.Tu abuela estaria orgullosa de estas palabras.Animo y a cuidar de tus peques
Muchos ánimos guapa. Estamos pasando por algo similar. Nos miran desde el cielo como sonreímos cada día 🙂
Que bonitas palabras. Un abrazo desde la distancia!
Lo siento muchísimo. Mucho ánimo y a reír con lo que viene. Besos y ánimo.
Precioso post, como siempre! un abrazo grande. Mucho ánimo con todo, esa recta final del embarazo…muy pronto abrazando a tu hijo y tu abuela os mirará desde el cielo.
Es el ciclo de la Vida. Unos llegan al final del camino y otros esperan comenzarlo.Es la grandeza de los humanos,el relevo.
Deseamos que nuestros hijos y nietos adquieran lo mejor de nosotros para que la Humanidad crezca y desarrolle todo las capacidades latentes en nuestro Ser.
Un abrazo fraternal y un feliz parto
Enrique Fonfria
Siento que tu abuela no haya podido abrazar a tu hijo. Tendrás que contarle tú cómo eran sus abrazos y eso también es bonito. Beso.
hermosa tu abuela