Telmo tiene el mundo en sus manos. Ha descubierto que cabe en su manita y puede hacer lo quiera con él. –El mundo es tuyo, le digo, y él se lo cree: Es su pequeño poder. Él todavía cree. Puede contemplarlo, rebotarlo contra las paredes, tirárselo a su hermana, chuparlo, rodarlo y por supuesto mejorarlo. –El mundo es un lugar maravilloso, le digo mientras apago las noticias de ayer, metiendo bajo su alfombra de juegos lo que pasó en Niza o en Ankara, las opiniones de Donald Trump, el agujero de la capa de Ozono y lo que se le hace con los genitales femeninos en 28 países de África. Entonces sonrío sólo de puertas para fuera, mientras me pregunto si la palabra correcta sigue siendo “maravilloso”. Telmo juega con el mundo, se lo pasa a su hermana y lo vuelve a coger, es su pequeño poder. Entonces abro la cortinas y dejo que el sol inunde nuestro salón, pongo Just Like Heaven de los Cure y los agujeros de la palabra maravilloso se rellenan con las primeros acordes y las risas de Telmo y su hermana, que propone jugar a pintar con las manos, –¿Pintar qué?, le digo. –Un mundo más bonito que este, responde muy seria, un mundo con dibujos animados y macarrones de chocolate, un mundo rosa y naranja. Les miro, tienen una dura labor por delante, arreglar este lugar llamado Tierra, que les estamos dejando, porque cuando descubran lo que pasa ahí fuera se les va a romper el corazón. Por eso estoy aquí con ellos, para conseguir que nuestro pequeño mundo, al menos, sea maravilloso. Por eso me reduje la jornada, me cogí una excedencia y renuncié a más de la mitad de mi sueños personales, para que algún día ellos tengan las armas, para enfrentarse al gran mundo y hacer algo en la medida de su indignación, algo por rellenar los agujeros de la palabra maravilloso. Quería ayudarles, regalarles una guía, iluminar otro camino, la cara B del single, porque si hay algo verdaderamente milagroso en este shitty world, son las personas. El mundo quizá esté jodido hijos míos, pero quedamos las personas. Sólo hay que hacer un recorrido por las fotos de tu vida. Las personas que pasan por tu biografía dejan huella, como pasos en la arena, y es justo ese camino, el que conduce a un mundo mejor, lleno de luz y de poemas anónimos, de palabras y sobre todo de hechos. Una aquarela, que como decía Toquinho, descolorirár.
Dedicado a Luiz Carlos que llenó nuestra vida de colores maravillosos y dejó un mundo para que sigamos coloreando. In memoriam.
Comparto completamente el sentimiento, la sensación de ver el telediario y preguntarte si merece la pena traer niños al mundo, a este mundo donde provocamos cosas como las que enumeras, como las de Niza, Ankara, etcetera… Entonces pienso, también, que si nosotras estamos aqui es para cambiarlo, no proyectando una educación en nuestros hijos, que también, sino encarnando en vida la valentía, justicia, honestidad y solidaridad que el mundo necesita. Porque nosotros, padres y madres y educadores somos el espejo donde los peques buscan, ya desde muy chiquitines e inconscientemente, un referente a imitar. Asi que pienso realmente que la responsabilidad es como soy yo hoy… Con mis defectos y errores, ahi es donde mas puedo influir en como seran ellos,mis hijos, mañana..Hermoso post sin duda!